Julio Iglesias sigue siendo el Rey | ||
11 de Agosto de 2017
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Por: Heidi Llanes, diario „El UNIVERSAL” | ||
Seductor y talentoso, así se puede definir a Julio Iglesias, quien sin proponérselo llegó a la música contra todos los pronósticos, sin embargo, su agudeza lo llevó a aprovechar cada instante y convertirse en el cantante más importante de habla hispana. En 2017, 49 años después de su debut, aquí está Julio nuevamente, con esa calidez que encanta y con una nueva propuesta musical, esta vez dedicada a uno de los países donde mayor acogida ha tenido, México, aunque advierte que por todos y cada uno de los que ha visitado, tiene especial cariño. “Hola guapa, cómo estás, soy Julio. ¿Estás en Cartagena?, qué suerte tienes”, fue la presentación que antecedió la entrevista con este medio, dando una muestra una vez más de su cercanía, pues decidió en esta oportunidad hacer él mismo su promoción y en ese proceso, llamó personalmente a los periodistas, desde Punta Arenas hasta Tijuana, en lo que a Latinoamérica se refiere. Con Julio Iglesias no tienen pertinencia los cuestionarios, toda vez que establece una charla informal que se desarrolla entre su ya acreditada galantería, los coqueteos y la información veraz de lo que está haciendo como artista. La conversación debía abordar como hecho principal su nuevo disco “México & Amigos”, pues allí estaba la razón de esa llamada, sin embargo el artista no tiene inconveniente en hacer todo tipo de comentarios e incluso traer recuerdos de otras épocas en Cartagena. Y no podía escapar a su relato de marras la grabación del video para su tema “El bacalao”, incluido en el álbum “Divorcio”, cuando el “Corralito de piedra” y sus bellas locaciones, fueron el escenario perfecto para darle imágenes a esa letra, con el acompañamiento de la ex Señorita Bolívar Carolina García Grau. Los comentarios con respecto a Cartagena dejen ver la admiración que Julio Iglesias le profesa a esta tierra, advierte que a su aeropuerto llegó por primera vez hace 47 años y ha tenido la oportunidad de recorrer sus calles y disfrutar de su gente. Recuerda con especial gratitud un programa de televisión que grabó en la ciudad con el veterano productor Julio Sánchez Vanegas para el álbum “Un hombre solo”, el cual se hizo merecedor de un Premio Grammy (1987). Definitivamente, un recuerdo imborrable, indica el cantautor español.
Una charla particular -Casi cinco décadas en las cuáles has cantado todo cuánto has querido, ¿qué tienes pendiente? Cómo siempre he dicho, quiero que la vida me dé más tiempo para seguir haciendo cosas. He cantado tanto y muchas canciones, que este álbum tiene un atractivo para mí, por eso he decidido hacer entrevistas con toda la prensa de Latinoamérica, porque sería injusto que no defendiera este disco, que además de ser un clásico, también han colaborado en él generosamente grandes artistas. De otra parte, quiero darle alas a través de la prensa, para que la gente escuche estas canciones mexicanas que ya conocían, pero interpretadas por artistas diversos, en una versión histórica. -¿Porqué nuevamente rindes tributo a México, ya lo habías hecho al inicio de los 70? México es un país culturalmente muy atractivo y todos los latinos hemos amparado su música con mucho cariño. Recuerdo que mi madre estaba enamorada de Jorge Negrete y mi padre pasaba unos celos terribles; además México tiene autores muy importantes, para mí, José Alfredo Jiménez fue el más grande en la historia de la música en las últimas décadas. -El maestro José Alfredo Jiménez hizo su aporte en este disco con tres temas, ¿no crees que hizo falta “El Rey”? Por esos adelantos tecnológicos tuve la oportunidad de cantar esa canción con él cuando ya había fallecido, entonces no se incluyó ahora, pero disfruté mucho la nueva versión de “Ella”, “Amanecí en tus brazos” y “La media vuelta”. Traté de hacer una amalgama de la música mexicana, esa cultura de los años 50, cuando los escritores eran históricos y con palabras sencillas llegaban directo al corazón. -Es la primera vez que grabas un álbum de duetos. ¿Cómo fue la escogencia de cada artista? El llamado a los artistas se hizo a través de la compañía de discos, había doce temas dispuestos para este trabajo y yo me quedé con la última para mí, “México lindo”. En realidad debo dar gracias a ellos que quisieron cantar conmigo esa música, porque nadie elige a nadie, o lo tienes en el alma para cantar, o no lo haces a la fuerza y ellos fueron muy generosos y lo hicieron con muchísimo cariño. -Incluiste a Joaquín Sabina, con un tema que es para todo el mundo, sin nacionalidad específica. Sí, pero ese tema, “Y nos dieron las diez”, está escrito con tequila. Joaquín debió hacerlo muy entequilado, porque se trata de una canción perfecta para los mariachis, para los tríos, es demasiado bella. -Teniendo en cuenta lo extenso del repertorio mexicano, ¿puede haber una segunda parte de este homenaje? No mi amorcito, no me jodas (risas). He estado metido en el estudio 50 años, por el momento vamos a dejar este álbum que tiene de todo y lo importante es que me da la oportunidad de hablar nuevamente con la prensa y agradecer, porque todo lo que me ha pasado en la vida es gracias a la gente que me ha seguido todo este tiempo. -¿Y qué podemos esperar tus seguidores para celebrar esos cincuenta años de vida artística que se cumplirán en 2018? Que me esperen, para mí es lo más importante. Los artistas debemos todo a la gente y cuando esa gente quiere, nos derretimos, es decir, el cariño que nos profesan apasiona nuestras vidas y nos quita años, nos quita cualquier dolor, pues se borra con ese amor incondicional de la gente. Además, voy a hacer el amor ese día, el 18 de julio del próximo año, le diré a mi mujer, “mami, es nuestro tiempo”, ella, que cada vez que la miro a la cara se embaraza. -Hablando de tus hijos y más de los que ya expresaron su arte, has cantado con Julio José, ¿has pensado hacerlo con Enrique? Cuando me deje cantar con él, el problema es que mi hijo Enrique tiene su foco bien establecido y no quiere interrumpir. Además es muy tarde para mí para darle movimiento al culete, ese ritmo y sabor joven lo tengo por dentro, pero ya no por fuera. -¿Cuándo vuelves a Cartagena? Me encantaría cantar en Cartagena, recuerdo que canté en una plaza de toros de madera que luego se cayó (La Serrezuela) y en otros sitios, incluso quería comprar una casa allá, pero volveré el día que los cartageneros y las cartageneras me digan “ven pa’ acá Julio”. -¿Puede tu público esperar un nuevo disco? Como estoy de vacaciones y he estado hablando con muchos periodistas alrededor del mundo y todos me hacen esa pregunta, lo he pensado, entonces les digo que me gustaría hacer un álbum del Son, un disco que salga de Cádiz, cruce el Atlántico y llegue hasta las costas del Caribe, Cartagena, Cuba, ese para bailar pegados. Como mi vida es tan circunstancial, todo es posible. -¿Dónde estuvo tu secreto para lograr permanencia por todo este tiempo? Si tuviera la magia de ese coctel y supiera que ingredientes poner, hubiera tenido éxito siempre, hubiera sido siempre joven, definitivamente el arte no funciona con lógica. -Cuál es el disco que más te apasiona? Yo debo cantar por obligación, “Me olvide de vivir”, “Abrázame”, “Hey”, “La vida sigue igual”, “Un canto a Galicia”, tantas y tantas… En resumen, Julio Iglesias es un hombre agradecido, feliz al reconocer que con poco logró mucho y que después de cinco décadas, es querido en muchos países, que sabe la historia que escribió y aún no termina, porque siempre hay algo para cantar. La galantería es inherente en él y no pierde oportunidad para alabar a las mujeres, advierte que le gustan mucho y que sólo tiene gracias para todas las que lo han enseñado a vivir, a ser generoso, a respetarlas y a quererlas. Escuchando “México & Amigos”, se percibe una gran joya musical, donde se plasma esa bella cultura y aunque ningún tema tiene mariachis, en esta maravillosa musicalización se universalizó aún más, restando “El Rey”, que bien habría valido incluirlo, para dar por sentado que Julio Iglesias lo sigue siendo. |
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